Pues mucho más de lo que puede parecer. Fue el escritor Vicente Blasco Ibáñez quien los presentó en su casa de la Costa Azul, donde Valentino y su mujer iban a menudo. ‘Los cuatro jinetes del apocalípsis’ y ‘Sangre y arena’ son películas basadas en obras del autor valenciano e interpretadas por el actor norteamericano.

Pero, ¿qué tienen estos hombres en común?

Sienten una admiración mútua y ello queda demostrado en las cartas que intercambiaron. A Valentino le gustaba la obra de Beltrán y a éste el glamour de Hollywood, las películas  y los estudios de cine. El mundo de la imagen encuadrada  y preparada hasta el último detalle del cine mudo, es en el fondo parecido a su visión de la pintura.

A Beltrán no le interesa pintar, ni la realidad ni la estética del paisaje o de los objetos, sino la magia de las mujeres, sus ojos, sus miradas, su posición, sus vestidos, las telas y las joyas…. Sólo refleja de ellas el mundo de glamour, de la belleza sublimada, como si se tratara del puro cine. Nunca la realidad de una cara fea, de algo antiestético… Nunca la fuerza de su alma…

Valentino y Beltrán vivían de la imagen pública que proyectaban.  Para ellos preservar las apariencias era muy importante ya que de ello dependía su propia subsistencia. Lo que les unió mas íntimamente es que ambos compartían una sensibilidad por la valoración de la belleza por encima de cualquier otra cosa.

Más información sobre la relación entre Beltran Masses y Valentino.

 

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